|
Apertura - Fuegos Artificiales
|
|
Los Manseros Santiagueños
|
|
Nathalie Allende y Claudio Juárez
|
|
Tomás Lipán y Rubén Patagonia
|
En la segunda luna, el tradicional grito invitaba al público presente a deslumbrarse con el colorido de los fuegos artificiales, mientras que Claudio Juárez decía con un sentido acento, que sería una noche donde se escucharían “cantos de otros tiempos, teñidos de añoranzas”.
Al son del Himno a Cosquin, el Gran Ballet Argentino desplegaba una muy especial coreografía, donde se destacaron los colores del poncho coscoíno.
El inconfundible violín de Néstor Garnica, iniciaba esta particular noche. Se escucharon temas como: “La Telesita”, “La Niña de los ojos claros”, donde el artista fue desplegando su arte, haciendo cantar y bailar al público. Un lujo escuchar en cada edición sus exquisitas interpretaciones.
Los 4 de Córdoba, con sus tradicionales canciones provincianas, fueron trayendo temas como “Los cordobeses somos fiesteros”, “Jota cordobesa”, “Merceditas” “La vida va” entre otros, siendo acompañados por el Ballet Aires de Tradición de Charata, Provincia de Chaco.
Y desde hace cuarenta y dos años, cada edición recibe calurosamente a Opus Cuatro, que con su sello distintivo compartía: “Desde el Puente Carretero”, “Por una cabeza” entre otros.
La noche continuó con un destacado homenaje a la figura del cantante, compositor y poeta uruguayo, Alfredo Zitarrosa, en la voz del mendocino Carlos Méndez (con similar timbre al del artista) y un cuarteto de guitarras, que regalaron parte de su vasta y profunda obra.
Y en esta luna de encuentros, también se sumó el reconocido César Isella. La danza se adueñó del Atahualpa, con el Ballet Folkórico Nacional, recordando a Norma y Nydia Viola, artífices de dicha agrupación.
La música, idioma universal, reunía también a dos grandes exponentes de los puntos extremos del país: Rubén Patagonia y Tomás Lipan, quienes juntos presentaron “Pachamapu”. Se escuchó entonces “Aonikenk”. Rubén, también dio lugar a una representante de los pueblos originarios, quien expresó su repudio por la situación actual que viven en el sur, la cual conmovió y arrancó un aplauso sostenido, manifestando de esta manera el apoyo popular.
Tomás Lipan, cantó la “Zamba del cardón” y luego acompañado por un ballet con el típico colorido norteño, una serie de carnavalitos, palmeados y coreados por todos los presentes.
Y si de históricos se trata, no podían faltar ellos: Por siempre Tucu, que con su característico estilo entonaron “La Pobrecita” y como homenaje a Horacio Guarany “Pescador y guitarrero”. Se llevaron la ovación de toda la plaza.
Desde Mendoza, Marcelino Azaguate traía una selección de cuecas.
Polo Román, integrante del legendario grupo “Los Chalchaleros” junto a una nueva formación, hicieron vibrar a la Próspero Molina con “ Yo vendo unos ojos negros”, “La Cerrillana” y “Chacarera del Triste”, sumando la danza de unas parejas de baile de la Familia Flores.
En esta noche también se escuchó a la santiagueña Florencia Paz, quien se encuentra presentando su nuevo trabajo “Despertar”.
Otros infaltables fueron Las Voces de Orán, trayendo las típicas chacareras del monte, que hicieron bailar y palmear a los asistentes.
Y como broche de oro en esta nueva luna, llegaban Los Manseros Santiagueños, con temas tradicionales y otros de su último material “Corazón de manseros”, los cuales fueron festejados con algarabía por toda la platea.
Un momento muy emotivo se vivió, cuando los músicos hicieron un merecidísimo homenaje al querido “Fatiga” Reynoso, quien falleciera recientemente.
Las horas habían transcurrido, pero el público seguía deleitándose y bailando sin pausa, nadie quería abandonar la Plaza. Estos grupos señeros, dejaron huellas en varias generaciones, que una y otra vez recuerdan su repertorio.
De esta manera, concluía una memorable segunda noche en el Valle de Punilla.
LO MEJOR DE LA NOCHE
Entre tantas emociones y momentos vibrantes, seleccionamos el espectáculo que nos trajeron Tomás Lipán y Rubén Patagonia, en ese abrazo gigante que une los extremos de nuestro país, tan alejados y como cercanos en sus problemáticas, especialmente entre los más necesitados.
FOTOS